Wednesday, September 13, 2006

Hay que enterrar a Paul McCartney de una buena vez por todas...

Varios hechos se encadenaron en estos días:

-Paul Mc Cartney es un genio- dijo Jaime un día que terminaba un ensayo.

-Que va a ser genio ese huevón- le dije yo, sin prestarle demasiada atención.

-No se como ese weón (Mc Cartney) se aferraba a su mujer, y poco tiempo después de su muerte se volvió a casar con otra, me dijeron un día que Sir. Mc Cartney apareció en TV.

Y se me vinieron a la mente recuerdos tales como:

Oye weon –le dije un día a mi amigo Ernesto- el fin de semana ví la película “Backbeat”

Siiiii –me contestó el otro- y Mc Cartney queda en la película como con conchesumadre de siete suelas, concluyo.

-Así es.

Es que hay motivos suficientes para odiar a Paul Mc Cartney, sin dejar de recalcar su importancia.

En fin, para nadie es una sorpresa de que el peso en el que descansaba la calidad musical de los four fab, era Mc Cartney. Claramente sin él, The Beatles nunca habría pasado de ser la banda de colegio de John Lennon, y esté último hubiese terminado cargando barcos en el puerto de Liverpool sin pena, gloria, ni reconocimiento.
Nadie discute que The Long and Winding Road (tanto en las versiones, con y sin Phil Spector) es uno de los grandes temas de Los Beatles, como también lo es Drive My Car, Michelle, Back In USSR y otros más que le dan algunas de las luces más brillantes a la discografía de la agupación Lennon-McCartney.
De su carrera como solista yo no me meto, la verdad es que conozco bien poco, y hay discos muy buenos, como también algunas letanías espantosas.

El Talon de Aquiles del autor de Penny Lane

En fin, podríamos decir que el hombre se las trae. Pero no se me deja de apretar la guata cuando pienso en tantos compositores, tan o más grandes que él, que terminaron oscuramente sus días. Frente a Mc Cartney (cuya producción musical le permite ganar un millón de dólares diarios, según leía el otro día) como me va a generar nauseas el hecho de que el recientemente fallecido Syd Barret haya terminado sus días de la manera más imprecisa que existe. Me da rabia pensar en todo lo “políticamente correcto” del bajista de los Beatles, al imaginarme ese último ensayo del joven, delirante y deprimido cantautor llamado Chris Bell –que meses antes había estado en Abbey Road con el ex beatle- antes de matarse al chocar contra un poste en diciembre de 1978. Apreto los dientes al pensar que Peter Ham y Tom Evans, dos de los integrantes de aquella gran banda apadrinada por Mc Cartney, llamada Badfinger, terminaron quitándose la vida en el más absoluto ocaso y dejando para la posteridad una serie de temas que claramente sobrepasan el genio de su padrino.
En fin… Sir Mc Cartney tiene todo lo que alguien puede aspirar en el mundo. Menos la decencia de ser un músico de rock, y romper -con los riffs de su guitarra- todo lo “políticamente correcto” que hay en esta tierra.

Saturday, September 09, 2006

Riesgo de Contagio



En el parvulario de la cabra chica, las tres tias de su nivel se gastaban su tonta guata: 3, 4 y 7 meses coronaban un embarazo con t0odas las luces de llegar a un muy buen término.

Cada día, las tias cuidaban a sus niños con esmero y dedicación.

Fue así que la cabra chica llegó un dia a su casa, con una evidente cara de preocupación:

Mamá -dijo en su parsimonioso lenguaje- tengo algo que contarte.

Que pasa niñita - le dijo la mamá

La tia Coti, la Tia Jimena y la tia Anamaría del jardin tienen guatita. Estan embarazadas -aseguró la chiquilina.

Si cosita, estan embarazadas -aseguró la mamá- pero que es lo que te preocupa?

- Es que puede ser contagioso mami, así es que tienes que cuidarte.

- La madre, con una carretilla de chiquillos a cuesta, no pudo menos que reirse y contar cuantos dias le faltaban para terminar su período de anticonceptivos.