Sunday, April 30, 2006

The Stoned Soul of Laura


Ok... aquí vamos.

El disco llegó a mi mano un martes de aquellos que nos tocaba Legislación de Prensa con el fabuloso Pelao Contardo. Mientras la sala se atiborraba de especímenes de todas las clases, mi amigo Emilio se sentó al lado mio, y me pasó la cinta. Ya weon -dijo- aquí está el segundo mejor disco de la historia, segun Pete Buck. Y ahí, encima de mi rayado banco, estaba el cassete. Escrito en la caligrafía isabelino-doctoral de mi pártner aparecia "Laura Nyro- Ely & The Thirteen Confession".
Lo eché a la mochila en un acto casi mecánico, y se fue entremedio de todas las fotocopias, libros y papeles. Pasaron dos días en que lo encontré debajo de la montaña desordenada de los papeles del fondo del bolso y lo puse en el walkman, mi gran compañero de viajes y conversaciones en aquella época.

Tomé la micro en dirección a la Plaza Ñuñoa, y al poner play, cierta melodía refrescante, y totalmente cautivadora, comenzó a invadirlo todo. Esos magistrales toques de jazz, los arreglos vocales, esa atmosfera de Quinta Avenida que exhudan las letras y las interpretaciones, me hicieron darme cuenta de que me encontraba ante una obra que -a pesar de que tenía como referente a lo mejor de la música afroaméricana estadounidense- no había ningún punto de comparación con trabajo alguno que haya escuchado anteriormente.

Desde ese momento, al igual que el desayuno, el talco para las patitas, el sexo adolescente o los paseos por la campiña de Ñuñoa, "Eli and ... " se transformó -durante dos años- en el referente obligado del día a día musical que regía mis horas. Siempre, en algún momento del día, el disco sonaba por los parlantes. Así salí de la universidad y ya trabajando, la historia volvia a repertirse, de manera que cuando adquirí el Jazz Bass, lo primero que sonó por sus ahora aporreadas cuerdas fue uno de los mejores surcos del disco -Once It Was Alright (Farmer Joe)- Lo más divertido de todo es que me veía tocando el mentado temita en algo así como en el Ed Sullivan Show, el Village Vanguard o en algún circo o tugurio semejante. Lo que mas me atraía del disco es que me sentía cómplice de cada una de sus melodías y tejía historias respecto a las canciones, entre otras cosas sin sentido.
El resto es historia conocida. Los 20 años de Laura al grabar el disco, la producción de Callelo, la prolijidad de la orquesta de soporte, etc. Pero lo más importante -y algo completamente desconocido para nosotros, los simples mortales-la GENIALIDAD de una niña que -de la mano con Joni Mitchell- fueron capaces de cambiar el rumbo de la música pop por los siglos de los siglos.
De más está decir que una vez más Pete Buck estaba en lo cierto.

Monday, April 24, 2006

Villarica 1-E



Más por mis trancas que pór otra cosa, recuerdo mis primeros días en Villarrica 1-E. Una casa de CODELCO hecha de concreto, con dos pisos, y el olor a tierra inconfundible entrandose por las junturas de las ventanas. Me recuerdo parado esperando a mi madre mientras llegaba del trabajo vestida de blanco y con olor a eugenato. En mi cabeza aun suena el pito del tren al pasar con los cátodos de cobre camino a Tocopilla y aun percibo las noches chuquicamatinas en las que el puto frio te calaba hasta los huesos.
Tengo cierta ebria y borrosa noción de las paredes majestuosas del hospital de Chuquicamata, de la gangosa y fatídica llamada a la puerta 1-21, de tardes enteras esperando a mi madre mientras se hacía sus examenes al estómago, sentado sin saber que pasaba y si efectivamente debía perderme en los pasillos del hospital y en sus paredes perforadas tipo Clínica Mayo y sus parlantes de diseño sesentero.
Recuerdo a la Carmen -la violenta nana de la casa- haciendo sonar sus blujeans mientras se acercaba en un día nublado, al teléfono público que había a dos cuadras por Villarrica. La recuerdo a ella escuchando su repertorio latino romántico y las palizas que en algún momento me tocó de su mano -sin que mi madre supiera- Doy gracias a Dios de que éstas palmadas permitieron, años más tarde, que yo me alejara de todo lo cantado en castellano.
Recuerdo de mis tempranas aficiones a las siestas después del mediodia en las salas del servicio dental en las que trabajaba mi mamá...
Es desolador mirar ahora esas calles llenas de escombros, ruinas y casas clausuradas y que dejaron atrás olores, sabores, imagenes de mis primeros años de vida.
Solo me queda apretar la guata y jurar que nunca más en la vida -y por la salud del espíritu- volveré a pisar las tierras que me vieron nacer. Como dijo don Jeshu... nadie es profeta en su tierra...

Friday, April 21, 2006

Los malditos placeres culpables

Con unas piscolas en el cuerpo, traté de hacerme el lindo en aquel salón de cerveza que aquella noche se encontraba atiborrado de gente...
En realidad escucho harta música -dije yo, tratando de parecer mínimamente interesante...

-Ah si? - dijo la Mariela.

-Si- le repetí una vez más...

-¿Y cual es tu placer culpable? -inquirió la muy huevilda...

-No tengo placeres culpables- le espeté con mala cara.

-No tengo tiempo- le agregué- para poder escuchar bodrios y basura musical- sentencié segundos antes de estallar de rabia.

- Buuu, lo que es yo -dijo ella- echo de menos el Glam Ochentero.

- ¿Qué tanta huevá con los años ochenta? -le interrumpí ya con la mierda hirviendo- Todo el mundo extraña una década culiá que fue nefasta en casi su totalidad, con Pinochet a la cabeza, los muertos de la dictadura, la censura, sus peinaditos weones, las cacas progresivas que sonaban en la radio, esos sintetizadores al peo, junto con esos melenudos tipo Poison que se juraban metaleros y que valían verga -concluí.

Y cuando la Marielita ya se encontraba elaborando una respuesta -de tipo "Es que Camilo Sesto es la raja" se escuchó desde el otro lado del salón....

- Gracias a Dios que llegó Nirvana y como un papel confort barrió con toda esa mierda que escuchabamos en aquella época.

-Cierto eso- me dije, a tiempo que partía raudo a la rockola a poner un tema de mi agrado.

Minutos más tarde, Elvis Costello aparecía en las pantallas del Wurlitzer (oh, extraña máquina), mientras que (What's So Funny But) Peace Love and Understanding invitaba a poner punto final a cualquier conversación estúpida y partir raudo a la casa. Papas con mayonesa y un par de discos de John Coltrane me esperaban con ansias, para ponerle el broche de oro al final de un dia decadente.

Tuesday, April 18, 2006

Cantantes Decadentes


YA WEON ESTA GRABANDO!!!!!!!!!! -dijo una voz...

Empieza a tocar no más que yo te sigo -dijo el otro.
Una botella de Chardonnay, el pez inmolado con fideos con pesto en Semana Santa, más el pisco sour de aperitivo ya hacía mella en sus alicaidos y decadentes cuerpos. Sin embargo faltaban temas y había que asesinar el tiempo -antes de que este cobrara su horrible tributo. Carlitos y Pablito, par de weones guitarreros, tenían imperiosamente que aplicarse a los 6 temas que faltaban para salir de gira por la ciudad. Un desastre ad-portas... remediable por cierto, con algo de talento... Y ahí partió todo, más o menos así...
Podria ser
todo el tiempo que imaginas
cada dia pienso en ti y no se porqué
Donde estará tu corazón...

Cada vez que miro a tus ojos
recuerdo que algo que no se decir
Miro siempre y nada puede suceder...
Pero algo dices quieres entender
Todo el tiempo pasa y no mlo vi nacer
Sentimiento en tu piel

Cada dia veo tus ojos renacer
En mi cama no brilla nunca mas el sol
Cada dia puedo tus manos retener
pero siento que algo pasa en mi interior

Cada dia vienen tus labios hacia mi
Cada dia puedo mirarte y decidir
Que algo nuevo viene tras de un corazón
Nada pasa entre los dos

la la la la la la laaaaaaaaaa

La guitarra se fue perdiendo en lo oscuro de la cinta, llevandose de paso para la salud de los aludidos, su pseudo y rasca bossa-nova de cuarto enjuague.
-Ya está- expresó Pablito a modo de sentencia bíblica- Hay un tema nuevo ya...
No supieron si sentirse genios o irse a la mierda en bote y por voluntad propia. El punto es que la gira los esperaba y pese a que el Transantiago redujo considerablemente los recorridos de estos Sin Bandera regados con pipeño, aun la periferia les daba las monedas necesarias para inmolar pescados y mantener el cuerpo. Aunque sea solo en Semana Santa.

Monday, April 17, 2006

Los 80's: !Sesenta minutos de cinta!


Cierta mañana apareció ante el edredón de mi cama una cinta. De marca TDK y con esa apariencia que tenían los cassetes cuando eran amos y señores de los parlantes de todo el planeta, la grabación tenía escrita con mi letra infantil un tanto subnormal "Rock Shileno" e inmediatamente la reconocí como el primer registro musical que grabé en mi tierna infancia. Se anduvo dando vuelta una buena cantidad de meses por mi pieza hasta que una mañana de esas que uno divisa que se van a tornar en algo asqueroso, decidí ponerlo en mi walkman y partir a la pega en la micro de todos los días. Chistoso fue, por decir lo menos, encontrarme con un engendro chileno-argentino en el que se destacaba el twist deslavado de Valija Diplomática, los versos subnormales de Scaramelli (¡Como pude escuchar algo así, dios mio!), una Fabiana Cantilo harto más rica que ahora -y jurandose Joan Jett, que es lo más importante- más toda la hediondez creativa de un grupo como Los Prisioneros.
En fin la cinta giraba en el reproductor y mientras El Baile de Los que Sobran retumbaba por los parlantes, una voz stereo apareció en la grabación bramando con un dejo de ultratumba; ¡¡¡SENSACION F.M!!! radio calameña que en esa época, tocaba lo que le llevaba en las discos... los "llitmos de moda..."
Y todo pareció caer por su propio peso. Las fiestas de colegio, los primeros kikoretes con la minas. La Vieja Violeta -ser malvado- y sus palos en la raja para quien se portara mal en la sala. Los autos Burago que alguna vez surcaron el flexit de la casa de una pieza que ocupábamos en la calle Domeyko. Las amistades infantiles dispuestas a parar ruedas de sus bicicletas ante cualquier montículo. Tantas cosas como esas fueron barridas de improviso por aquella basura musical que en cierto dia de 1987 quedó plasmada en ese verdadero -y putrido- documento histórico.
Sin embargo no todo podía ser tan malo. En el lado b de la cinta -y grabado directamente de Radio Galaxia- venía quizas el mejor tema -sin nombre por cierto- que alguna vez grabó esa repelente banda llamada Virus, más unas versiones de 12 pulgadas -bastante digeribles por cierto- de los éxitos de Soda Stereo.
En fin los "exitos radiales" fueron pasando uno a uno, al igual que múltiples instantes de la vida que afortunadamente forman parte del anecdotario chistoso-oligofrénico que todos cargamos a través de nuestra infancia. Un par de años más tarde -y con una dosis de buena cueva- llegó REM, lo cual nos salvó de arder en el infierno de nuestras primeras aproximaciones a la música.
Ya lo decía Todd Rundgren: "Lo unico que agradezco de haber estado en el colegio, es que pude matar el tiempo aprendiendo a tocar la guitarra". Hoy pensaba que lo relatado anteriormente fue el clic primario para terminar en algo parecido a eso.

Friday, April 14, 2006

El Poder (pt.4)


La vi... pensé en la devolución de impuestos. Grandioso. Un par de meses. Un precio alcanzable...

-Quiero probar un par de guitarras- dije no sin cierta premura.

-¿Cuales? -me dijo el dependiente de la tienda.

- La Firebird que está en vitrina y la SG que tienes colgada ahí, le manifesté con cierta impaciencia.

-Ok, espera que terminen de probar la Les Paul y las pruebas, manifestó mirando de improviso a un ser con cara de perno y manos grasosas que en ese momento aporreaba una Les Paul negra, una custom deluxe según decia el cartel que colgaba vivamente del atril.

-¿Por qué no se irá este weon? -pensaba yo a medida que pasaban los minutos. Al wea sólo le faltaba ponerse a tocar algún temita de esa basura sin remedio llamada Maná y llorar mierda como un rio. Gracias a Dios (hoy crucificado) un par de minutos dejaba el instrumento en el colgador, mientras la mirada del dependiente -del tipo "raspate de aquí xuxetumadre"- lo invitaba con toda cordialidad a salir del local.

Y como chanchito en el barro me ubiqué en el taburete, mientras el dependiente llegaba con la fabulosa Firebird.

Era un modelo antiguo, de tres cápsulas humbucker, de las chiquitas. Roja como globo de cumpleaños, ese fabuloso instrumento concebido por el diseñador de automóviles Ray Dietrich a fines de los 50's se posó en mi regazo como una gacela. Tenia un tremolo antiguo y se escuchaba muy bien, mientras que mi reflejo en la ventana -más los brillos nacarados del instrumento- me hacía sentir como esos viejos que tocan boleros en el Cinzano de Valparaiso.
Pero cuando ya me encontraba levitando a 10 centimetros del suelo escuchando la mentada Firebird, salió de mi boca la pregunta fundacional y como un aviador en caida libre me estrellé en el suelo.


-¿Cual es el precio?

-395 lucas manifestó.

Entonces como aquella niña a quien uno ha joteado durante años, y como una bofetada te enteras que pololea con el weon que se pasea en moto por la puerta del colegio, bajé la mirada, la guitarra volvió a su atril y haciendo la del picado murmuré por dentro ... siiii suena bien, pero las clavijas son harto feas. Y me olvidé del asunto.


II

Acto seguido levanté mi cabeza y la Diabla estaba ahi. Me paré para mirarle el poto- como viejo verde al entrar a un topless- y como viejo verde me la calcé en el regazo. Como viejo verde la repasé con rasgueos pausados y como viejo verde la sentí comoda entre mis manos. Como viejo verde la maniobré en todas sus perillas y como viejo verde la hice bramar hasta que los vidrios crujieron. Le saqué algunos acordes y pude percibir que ella se sintió cómoda conmigo.

Como buen viejo verde -y esbozando una sonrisa socarrona- la puse en el atril... Haciendole un gesto me despedí de ella -después de preguntar su precio- como diciendo "hasta el próximo mes, lleina mía". Y pasaron las semanas y meses. Y como buen viejo verde, nunca más la volvi a ver.

Tuesday, April 11, 2006

Una pequeña crónica cagona


Cierto día, mi vieja se apareció a la hora de almuerzo con una cara tal que parecía que hubiese visto al Diablo acariciandose las bolas. Se sentó en la mesa de la terraza y con una evidente y al mismo tiempo extraña preocupación me miró a los ojos.

-De todas las cosas que he visto en Santiago, lo que vi hace un rato –dijo asumiendo un tono dramático y policial- fue la peor. Hoy en la mañana caminaba por Agustinas buscando una casa de cambio. Cerca del mediodía, y justo al frente de un local de Domino’s, un picante arrimado a la vereda, de un momento a otro comenzó a rascarse el poto. Segundos más tarde y comodamente sentado en la cuneta, el tipo se bajó los pantalones y comenzó a CAGAR a vista y paciencia de todo el mundo. Yo en los casi cincuenta años que llevo viniendo a la capital, nunca en la vida había visto algo semejante... expresó con los ojos blancos.

-Bueno mamá –le interrumpí yo- así es la vida en las ciudades grandes. Hay tanta gente que no tiene ningún water en donde hacer sus necesidades –le agregué- al tiempo que me acordaba de unas plastas descomunales en un pasillo del Metro que un día me dieron la bienvenida cuando me bajaba de un bus proveniente del Calama. Después de esto me encogí de hombros y seguí preparando el postre para el almuerzo, en medio de cierta indiferencia....

Pero eso sólo fue hasta un par de noches atrás. Transitaba por Huerfanos casi al llegar a Cumming como a eso de las 8:20 de la noche cuando al cruzar un auto que se encontraba estacionado, me encontré a un tipo con el ceño fruncido, los pantalones abajo –y a quien sólo le faltó decirme buenas noches- muy agachado en la calzada, horadando el concreto con unos suruyos de color y textura indeterminadas. Frente a él unos lulos de papel hechos con las paginas centrales del Diario La Cuarta se mantenían en la quietud como quien aguarda su muerte ante el peloton de fusilamiento.

Pese a que la dantesca escena no duró más de un segundo, debo admitir que quedé helado. Apuré firmemente el paso, le sonreí a unas liceanas que se dirigían al lugar de los hechos y a un par de gringas que se cruzaron en mi caminata. Todas ellas iban a paso raudo a encontrarse con el sujeto en cuestión que -según calculaba- aun se mantenía en su repulsiva y a la vez humana posición. También recordé las palabras -y lo que es más importante- la cara de mi madre un par de semanas antes. Una vez más me di cuenta de que la Juana siempre tiene la razón.

Sunday, April 09, 2006

El Poder (pt.3)


- Pasa y sientate- dijo Emilio poniendo en la mesa del velador la taza de té que momentos antes había servido en la cocina.
- Esta weá me llegó ayer no más por amazon.com- manifestó poniendo una cara y una levantada de cejas de quien se hubiese provisto de pitos prensados en mirra como para todo un año.
-Venía junto a unos discos de Minutemen y de los Kinks -agregó- No perdamos más tiempo- dijo el dueño de casa, quien sacó el disco de la caja y lo insertó en el cd player.
Los dos primeros temas no eran nada extraordinario. Era algo que si bien era muy bueno, no era distinto a lo que uno podía esperarse de cualquier banda hardcore de comienzos de los 80's. Eso si que se podía adivinar tras sus acordes, una fuerza avasalladora que momento a momento te iba arrastrando a una extraña comunión con los parlantes del equipo.
Pese a ser acustico, en el tercer surco del disco, -llamado I Never Talk To You- un extraño cosquilleo se apoderó de mi y el pegajoso coro salió de mis labios como si las palabras tomaran vida propia.
Desde el tema siguiente, las blancas paredes de la habitación de Emilio se acercaban como invitándome a romperlas a cabezasos, mientras la Flying V de Mould y los grandiosos alaridos de Hart hacían vibrar cada vez más las ventanas de la habitación de mi amigo.
Las letras eran algo espantoso. Niños que mediante sus juegos, sus sueños y su realidad del día a día se van evadiendo de sus padres. Alcoholicos, psicóticos y maltratadores.
A partir del quinto tema ya guardamos con Emilio un silencio sepulcral. Un punto fijo en el rincón más escondido de la pieza era el único refugio frente a una fuerza que a cada momento amenazaba por desbordar todo el mundo que circulaba a través de nuestros oidos.
De ahí en adelante todo -absolutamente todo lo que pensaba respecto a la música rock- comenzó a cambiar de sitio. Una hora más tarde cuando los veintitrés temas llegaban a su fin, terminé el té que estaba en la mesa, sin tener nada más que decir. Pesqué la copia del disco y la metí en el bolsillo. Salí a la calle y no escuché nada más de música en lo que todo quedaba del día. Solo pensé que tres pendejos del Minneapolis de los años 80, más conocidos como Husker Du, cambiaron, durante esa hora y tanto que dura aquella demolición llamada Zen Arcade mi forma de mirar al mundo, de describirlo o simplemente mandarlo a la mierda.

Thursday, April 06, 2006

I Just Wasnt Made For These Times




Siempre me he preguntado sobre que hubiese pasado si en vez de nacer en 1976, hubiese llegado a este mundo unos 20 años antes. Algo así como a mediados del gobierno del Caballo Ibañez, donde faltaba el azucar, racionaban el agua y la escoba de su gobierno representaba -hasta ese momento- el hombre más sanguinario que alguna vez tuvo participación en el historia de Chile.
Sin lugar a dudas que mis huesos estarían enterrados en Peldehue. Mi cuerpo se habría fundido con el mar luego de las matanzas del putsch militar del 11 de septiembre. Pero habría disfrutado de los inicios de la música rock y hubiese coleccionado los suplementos dominicales de Puro Chile. Me habría cagado de risa con las preguntas del Paco Lira en la Entrevista Impertinente, y hubiese recorrido el país a pie o a bordo de aquellos trenes que surcaban el Valle Central ante los saludos de aquellos que bajo la UP saltaron al gobierno y dejaron de ser los postergados de siempre.
Sin lugar a dudas hubiese saboreado las empanadas y el vino del experimento socialista del Chicho Allende.
Me hubiese comprado los discos de los Doors y y talvez hubiese terminado en NYC sentado en la puerta del sucucho de Andy Warhol reventandome los oidos con la Velvet Underground. Habría pelado el cable con Victor Jara y hubiese disfrutado de la hospitalidad de Neruda, su casa en la playa y su Citroen DS de 1968.
Quizás habría pasado mis noches en el Bim Bam Bum, y hubiese soñado con la revolución que día a día se iba incubando. Hubiese comprado condones, habria tenido una polola, le hubiese regalado sus pildoras, nos habríamos encamado hasta el cansancio y cada mañana habría partido a trabajar feliz, al diario o a la radio, por un Chile distinto, aquel que se sentía en lo profundo del alma... y que murió bajo los escombros del palacio de Gobierno.
Son tantas las cosas que hubiesen terminado ese 11 de septiembre...

(A través de las palabras queda claro no fui hecho para estos tiempos... )

Keep looking for a place to fit/Where I can speak my mind/I've been trying hard to find the people/That I won't leave behind/They say I got brains/But they ain't doing me no good/I wish they could/Each time things start to happen again/I think I got something good goin' for myself/But what goes wrong/Sometimes I feel very sad/Sometimes I feel very sad(Can't find nothin' I can put my heart and soul into)/Sometimes I feel very sad(Can't find nothin' I can put my heart and soul into)/I guess I just wasn't made for these times/Every time I get the inspiration/To go change things around/No one wants to help me look for places/Where new things might be found/Where can I turn when my fair weather friends cop out/What's it all about/Each time things start to happen again/I think I got something good goin' for myself/But what goes wrong/Sometimes I feel very sad/Sometimes I feel very sad(Can't find nothin' I can put my heart and soul into)/Sometimes I feel very sad(Can't find nothin' I can put my heart and soul into)/I guess I just wasn't made for these times/I guess I just wasn't made for these times/I guess I just wasn't made for these times/I guess I just wasn't made for these times/I guess I just wasn't made for these times/I guess I just wasn't made for these times...

Wednesday, April 05, 2006

El Poder (pt.2)

El primer bajo que tuve era un esperpento ultraliviano hecho por quizas que cabro chico explotado del Lejano Oriente. Era marca Yamaha, tenía una capsula simple tipo Precision y era de un modelo bien rockeeeero. Con el toque en mi primera banda; un clon de cuarto enjuague con lo peor de Pearl Jam. Era un niño de 18 años, posero, huevón y de mal gusto. Gracias a Dios esos tiempos ya pasaron, pero en esa época -un pendejo Martin Rivas recien llegado de la provincia- me sentía la raja caminando por las calles del centro de la ciudad.
Gracias a un dinero que llegó a mis manos de manera casi fortuita, en cierta ocasión en la que andaba deambulando por el Parque Arauco, vi el instrumento. Me gustó, pero no era lo que yo esperaba. Lo compré sin pensarlo demasiado y un par de meses mas tarde ya me encontraba tocando en una banda, formada por un gringo cuico, chistoso y bueno pal hueveo, un cubano beodo que se aplicaba fielmente a Vedder, un guitarrista acartonado medio pariente de mi prima y un baterista de pelo duro, que tiempo después lo vi canuteando una tarde de domingo en una esquina del sector oriente de la capital.
Y comenzamos a ensayar. El Ten completo -el primer disco de la agrupación de Vedder- salió por nuestros parlantes, además de algunos singles de esa horrorosa banda llamada Stone Temple Pilots. Y fue un año completo metido en esa wea. Tocando en algunos liceos y haciendo delirar a calcetineras en jumper y pendejas enfermas. Ahora lo pienso y los escalofríos se instalan en mi, pero en aquellos tiempos poco faltaba para llegar a ser John Paul Jones.

Tuesday, April 04, 2006

Conversación Telefónica



-¿Alo?
-¿Si?
-Buenas tardes, ando buscando a don Alfonso Calderón
-Si con él habla.
-Don Alfonso buenas tardes. Mi nombre es Carlos Valencia, soy periodista de Radio Universidad de Chile.
-Hola Carlos, cuentame ¿Qué se te ofrece?
- Don Alfonso, mire, estoy armando un programa radial, que saldrá al aire el próximo martes 20 a las 11 horas, sobre las corrientes literarias más importantes de Chile de los últimos 20 años, las vanguardias, la novela, los boom editoriales y bueno... nos gustaría mucho tenerlo de invitado en nuestro panel.
-Déjeme ver ¿cuando me dijo que sería?
-El próximo martes 20 don Alfonso.
- ¿Ha invitado a alguien más?
-Si, quedó de confirmarme Poli Délano, Germán Marín y Jorge Edwards.
-¿Invitó a Délano?
- Si, está dentro de los invitados.
- Entonces lo siento mucho, yo no podré ir. No puedo estar en la misma habitación que el señor Délano, porque hemos tenido algunas diferencias importantes que no viene al caso que te las cuente. Ahora si el no asiste avíseme y yo encantado asisto al foro.
-Bueno, lo llamaré, muchas gracias. Hasta luego.
-Hasta luego.

Sunday, April 02, 2006

El Poder (pt.1)


La primera vez que me sentí un huevón con un verdadero poder, fue aquel momento en el que me calzé las antiparras en los ojos, los guantes de amiato y abri la llave del gas. Acerqué la lumbre a la boca de la manguera y brotó una llamarada intensa, diafana y de color azul.
Acto seguido me acerqué al negro disco donde unas diminutas piedras amarrillas me esperaban, temblando dentro de su pequeñez, como presintiendo con su brillo el triste final que les aguardaba. Y sin pensarlo dos veces, acerque la llama al fondo del disco y el fulgor de las rocas se comenzó a encender, como los volcanes cuando inundan la tierra con sus ardientes rios pestilentes.
Al derretirse el metal me vi lanzando al aire un alarido de emoción que se escuchó en la cocina, el primer piso del taller y lejos, muy lejos en la plaza del pueblo. Minutos más tarde, la pasta de plata ya estaba en condiciones de irse al molde y yo feliz de ser un poderoso dios, aunque sea por un cuarto de hora.