Saturday, April 21, 2007

Escena III




Mi piel se quemaba. Mis manos agarraban firmemente una tontisima compilación de Dick Dale, que -después de Gene Krupa- era absolutamente imprescindible que llegara al mueble negro (o el reino oculto de mis Cds). Después de preguntar por una cajita de 5 discos rotulada como Left Of The Dial, con lo mejor del "rock andergound" apareció en una estantería y quedé de una pieza. Como si hubiese visto el diablo. Con un fondo colorido y con cinco aprendices de flaites entre 5 y 7 años, se impuso con cierta insolencia su carátula. Y su nombre. REGGAETON PARA NIÑOS. La puse entre mis manos y hasta ahora no me puedo imaginar que traia. La Gasolina en versión para infantes de cuna. Don Omar, pára dar de pecho; Mis primeros pasos con Tego Calderon. Mis primeros versos con Daddy Yankee:

Ya tu mirada con la mia estan saciandose
Tu piel rozando con mi piel y sofocandose
Y en la noche me imagino devorandote
Atrapandote, provocandote

¿Para Niños? Incomprensible. Incluso llegué a pensar que aquella magna obra fue lanzada por la Fundación Paz Ciudadana para sostener sus impresentables tesis sobre delincuencia. O que fuera una cruzada de la Iglesia Católica para aumentar el flaiterio y contrarrestar la anticoncepción.
Pero hasta ahora no me cabe en la cabeza. Yo que me sentía superado por el Efecto Mozart con la carátula de Andrea Molina, simplemente esto no sabría como calificarlo. Ante ello sólo queda esperar que llegue el fin de los tiempos...