Thursday, May 01, 2008

Honestidad Brutal



Este no es el titulo de una de las tantas grabaciones desechables de ese pseudo Bob Dylan llamado Andres Calamaro. Sino tiene que ver con una serie de sentimientos que se me presentan a veces cuando aparecen -sobretodo via Facebook- personajes que directa o tangencialmente, compartieron momentos de mi existencia, principalmente en la época de colegio.

Si, claro, todos extrañamos Chuquicamata, a más de uno se le heló la sangre en el momento en el que cerraban el hospital Roy H. Glover, también a mas de a uno se le apreta la guata al mirar las fotos del campamento. Como también la mezcla de tristeza y nostalgia, al recordar de cuando en cuando, los no pocos momentos felices que vivimos en ese páramo horroroso ubicado en medio de la nada.

¡Pero paremos el cuento! Cuando me llegan esas invitaciones a formar parte de grupetes tales como Colegio Chuqui, Cobreloa, de quien vivió no se donde, siento que todo lo que yo juré y rejuré al partir del norte, pierde toda lógica y sentido. Cuando veo que mis cercanos de esa época salieron de la universidad y volvieron a encerrarse a ese agujero malhadado, muchas veces a vivir con sus padres y lo que algunas veces es peor, ser mantenidos por ellos, me dan ganas de agarrar una pistola y tomar acciones drásticas.

A eso, agrégale responder preguntas como ¿Y como estas? ¿Qué fue de tu vida? ¿Te acuerdas de mí? ¿Y qué haces? ¿Y te casaste?, nooo putas, no, chao,chao y CHAO! ¿Va a cambiar el mundo si te enteraste si me casé o no me casé? ¿Tiene sentido todo este insulso diálogo? ¿Vamos a (re) cultivar una relación que al igual que los dinosaurios se extinguió con el tiempo? ¿Voy a tener -y vas a tener tu- el interés que no tuve -tuviste- por las cosas que yo hago -haces- o dejo de hacer -dejas de hacer-? Noooo dejémonos de pendejadas, eso es algo tan inutil como las juntas de los compañeros de colegio. Ni un brillo.

Y curiosamente, del acto que sigue en esta absurda ópera que llaman caminar por esta tierra (La Universidad) tengo una mucho mejor disposición. Me da gusto ver en Facebook, a los weones con los que compartimos en la ratonera de Belgrado y que han llegado lejos, que han forjado sus vidas, que se han legitimado en sus carreras y que se han constituido en un aporte. Es grato recordar a muchos profes -algunos de los cuales no aprendimos absolutamente nada- que partieron de este mundo, como también a quienes llegaron y a todos aquellos que, de alguna u otra forma, tanto aportaron en nuestras vidas.

En fin y para terminar esta pequeña oda sin sentido y cargada el resentimiento, solo voy a recordar al gran Todd Rundgren, quien decía que lo único que sacó en limpio de su estadía en el colegio, fue el haber aprendido a tocar guitarra. No tengo nada más que afirmar y darle la razón al intérprete de "Hello It's Me", por la pequeña pero útil sabiduría presente en sus palabras.