Friday, November 21, 2008

Chuquicamata I: Please Mr. Postman!!!



Pocas pegas debe haber en este mundo más nobles y cabronas que ser cartero. Recorrer cuadras y cuadras entregando cartas, documentos y cuentas, requiere de cierta madera que no está presente en todas las personas de este mundo.

Correr por las calles arrancando del perro, ser el paño de lagrimas de la dueña de casa, o batirse con los conserjes de los edificios por la conducción de la correspondencia, son cosas que ciertamente a cualquier persona le forjan el caracter.

Y todo por la módica súma de 100 pesos, que segun tengo entendido es el valor de la conducción de la correspondencia.

Cuando chico recuerdo al cartero que llegaba con las escasas misivas y telegramas que llegaban a nuestro hogar en Chuquicamata. Ya fuera a mediodia o en la tarde, traía toda la informacion importante que, en una época en que el telefono era casi extraterrestre y el correo electrónico, algo que ni siquiera se vislumbraba en nuestras mentes.

Y al medio del desierto, métale sol 360 dias al año, calor, unos remolinos llenos de polvo seguidos de un viento que calaba los huesos, sobre todo en meses como agosto y septiembre, no era el mejor escenario para realizar tan importante profesión.

Pero los días lunes y jueves llegaba el hombre, de piel morena y dueño de una mirada prehispánica curtida por el sol. Asimismo un tanto regordete y con manitos de empaná.

Y lanzaba su grito característico.

No entraba al jardín porque el 90% del tiempo la Mugrienta estaba ahi. No podiamos decir que el can aquel estuviera en actitud amenazante, pero si dispuesta a revolverle el gallinero y no dejarlo meter los sobres debajo de la puerta.

Ahí tenia uno que sacar monedas del cenicero de madera del comedor, para cubrir el importe de 25 pesos por sobre recibido. Como era raro que nos encontrabamos en la casa siempre el hombre se llevaba entre 100 y 150 pesos, una pequeña fortuna en esos tiempos.

Y yo me quedaba con la perorata de mi vieja, que había que darle siempre mas dinero, porque nunca estabamos cuando el pasaba, y que el pobre hombre y su caminata por el campamento, y el correo, el concreto, sus zapatos con hoyos y la mano callosa entre otros elementos discursivos, que en su caso, también eran aplicables a otras honorables profesiones, como vender parche curitas en las micros, y la viejita que pasa la colecta de la misa, entre otras.

El cartero en tanto, seguía con su diaria repartija... y el almuerzo se enfríaba en la mesa de Domeyko 303...

Tuesday, November 18, 2008

El Mito del Eterno Retorno


Una cama grande en el planeta rojo. Una luna colorada, velas enormes y pieles que se rozan. Y lo típico: un vino Oveja Negra Cabernet de una cosecha lejana, pero no tanto, más una bandeja de quesos trozados.

Al lado una chica inerte... morena, de pelo crespo y sonrisa incendiaria. Una TV prendida, una pantalla azul y un disco de Cerati que da vueltas como insano en el reproductor de DVD.

Él con sus ojos de pelmazo y su expresión vagamente cándida le espeta:

-Jamás pensé de después de tantos años,íbamos a volver por los mismos derroteros.

Ella a su vez, busca sus ojos, sonríe y se vuelve a acurrucar a su regazo.

Luego... piel, más piel y besos... hasta que la luz en el planeta rojo se difumina hasta alcanzar nuevamente la oscuridad.

Otro sorbo de vino, y él vuelve a recordar esa tarde de invierno. El bus camino al sur estacionado en el andén. Ella, ataviada con esas boinas que adoraba Neruda, más una chillona chaqueta de color naranja se sube al vehículo y se sienta en la mitad de éste.

Le tira besos como si lo amara, como si ella fuera el ticket al paraiso.

Cinco minutos después, el bus sale de la ciudad, llevándose sus besos para siempre.

No la vió más... hasta esa tarde, de manera horizontal, en el planeta rojo. Y con la completa convicción de que este encuentro sólo pasaría a engrosar la carpeta de recuerdos tras los cuales se construía su existencia. Pero con la diferencia que ya no creía en besos, miradas, caricias ni promesas.

El mito del eterno retorno.

Sunday, November 16, 2008

Cien cosas que amo (Primera Parte)



1: Los momentos con la Kiltra.
2) Pet Sounds de los Beach Boys.
3) El escribir medianamente bien.
4) El tener pocos pero buenos amigos.
5) Las palabras de aliento que llegan justo en el momento indicado.
6) Sentir que la vida empieza, pero también termina.
7) La sonrisa de Rufito.
8) Cierta princesa bailarina que recorre esta ciudad.
9) La sonrisa de mi madre.
10)Ensayar con R.A.D.A.R.
11)Ir a tocar a cualquier lado con R.A.D.A.R.
12)A Love Supreme de Coltrane.
13)La carátula y liner notes de A Love Supreme de Coltrane.
14)Conversar con gente sobre las cosas que los motivan y los adoran.
15)Ser un P.M.
16)Moverme en el mundo a través de mis contradicciones.
17)Los Bajos Fender.
18)Los Bajos Gibson.
19)El garabato preciso, sin carga y dado a la diversión.
20)El desierto que me llama y me invita a perderme en él.
21)La parroquia de las Anímas ubicada en Teatinos, más su figura de Judas Tadeo.
22)La lluvia que me cobija en mis luminosos, pero también oscuros momentos.
23)El genio de Laura Nyro... sus discos, imágenes y canciones.
24)La música soul.
25)Viajar por la Tierra.

Radiohead en Chile: como siempre es simplemente es rock and roll



He escuchado tanta caca en estos días pensando en el recital que, en marzo próximo dará Radiohead en Chile, que me dan ganas de huir lejos de tanto profesional de la información que me saca de mis casillas.

Que se agotarán (o no se si ya se agotaron) las entradas en pocos días, que este es un país oscuro, depresivo, triste y no se cuantas idioteces más, que me entran unas ganas locas de sacar mi AK-47 y así hacer justicia con todos esos periodistas engrupidos, fanáticos doblemente engrupidos y sujetos aficionados a fenómenos sociológicos de cuarto enjuague.

Es que el pretendido fenómeno Radiohead es algo tan al peo como lo fue el fenómeno U2 en Shile hace algunos años atrás. En ambos casos, no son más que dos excelentes bandas de rock, con su fiel y fanatizada legión de seguidores. Es algo que en la historia del rock and roll se ha dado siempre y se seguirá dando por los siglos de los siglos.

¿Qué tiene de malo que en dos días se acaben las entradas y que el público llore y se emocione por la venida de la banda de Thom Yorke? ¿O que Bono suba una tipa a cantar un tema -Faraway So Close creo que era- al escenario de la Gira Lemmon frente a un Estadio Nacional hasta la tusa en 1998?

O sea esas son weás claramente no se van a olvidar nunca, para ninguno de los protagonistas.

Pero más que eso, no obedece a nada.

De ahí a arrogarse en el nombre de la ciencia la emergencia de un fenómeno psíco-sociológico, es algo tan estupido como decir que la pendejada gringa que escuchaba Kiss en los 70's eran unos adoradores de Satan, o que las lolitas que chillaban a Mick Jagger o a John Lennon en la primera mitad de los 60's eran todas unas livianas de cascos. Algo sin ningún asidero.

Por mi parte, pese al genio de Thom Yorke, o a que Radiohead tiene el que, a mi juicio, es el mejor video de toda la historía (Just), me abstendré a de asistir al mencionado espectáculo.

Principalmente por estos mismos tarados que se congregarán mas que para escuchar las canciones de la banda, a sentirse parte de un fenómeno completamente tonto y e inexistente.

Y seguiré esperando las casi imposibles venidas a nuestro país de artistas como Flaming Lips, Polyphonic Spree, el mismísimo Neil Young, Mercury Rev y Wilco. Al menos si llegan por estos pagos, no tendré que aguantar tanta estulticia dando vuelta por gran parte de los medios de comunicación que nos bombardean díariamente con sus tonteras.

¡He dicho!

Wednesday, October 15, 2008

Malos de Verdad (O la buena cepa)



Si vamos a obrar mal, obremos mal. Hagamoslo de tal forma que hasta el Diablo se emputezca con nosotros. Así es sano, es bueno, es mejor.

Y nos cagamos a la gente, expandimos nuestro odio y procuramos que la peste arrase contra nuestros amigos.

Tendremos redención, que no quepa duda. Total somos malos de adentro, desde la punta del pelo hasta el dedo gordo del pie. Y así lo hemos proclamado a los cuatro vienos.

Para que nadie nos ensalce, ni nos alabe. Ni se regocije de nuestro desempeño. Para que no nos comparen ni nos tomen como modelo de vida. Sin pieles de oveja... sin falsos mártires queriendo ser santos. Solo así seremos libres, limpios y sin culpa.

Y tendremos ganado nuestro lugar en el infierno.

Friday, June 27, 2008

Se nos fue Hernán Barahona, "la Culebra Tintera"


Aún recuerdo a Hernán Barahona saliendo de clases en el water de Belgrado, aquejado por la tensión de estar al mando de una radio que literalmente se caía a pedazos, como lo era la Nuevo Mundo en ese tiempo.

También lo recuerdo enseñando radio deveras, con el cuero duro, la sangre macerada y la seguridad en sus palabras después de tantos sucesos, aventuras, y peleas que tuvo que dar este destacado periodista radial, tanto en los tiempos del ahora centenario Chicho Allende, como en la dictadura y la posterior vuelta a la democracia.

Luchas contra la estupidez de los milicos golpistas, contra la pobreza acérrima de una escuela hecha bolsa, en una radio con poca cobertura y audiencia, como también la lucha contra una ideología partidista excluida del sistema, que poco a poco se la fueron comiendo las polillas.

También recuerdo la brillantez del "profe Barahona" al transformar el cuadrado en círculo y darle forma a las campañas de Gladys Marin. Recuerdo sus acertadas visiones acerca del periodista radial, de su rol como agente informativo. Y aun recuerdo sus pautas a media tarde y con poco brillo, pero con un gran profesionalismo e integridad por la labor periodistica.

Se me vienen también a la mente los schop de medio en el Pizza Napoli de calle Estado, las veladas conversadas y bien regadas en el rincón más útil del Colegio de Periodistas (su taberna) y las historias, tantos relatos que amenizaron aquellas tertulias que hoy son parte de un más que grato recuerdo.

Aun tengo como un zumbido sus discursos en las fiestas de la CUT o en el aniversario de la Nuevo Mundo en el teatro Cariola. Y se me viene a la mente una jornada, de las memorables en aquel recinto, que entre número y número artistico, partimos con un colega de la radio al ex cine Roma, ahora llamado Las Tejas y convertido en picada de esas donde venden terremotos, chicha y pernil. Cual fue nuestra sorpresa al ver llegar tras nosotros a Hernán, verlo pedir su propio terremoto y relajarse antes de dar el discurso de cierre del evento.

O las historias de su estadía en México a fines de los 70's con Mario Gomez cuando ámbos se encontraban exiliados. Y los sensatos consejos que nos daba sobre los rigores de la profesión periodística. "Titúlense" "Infórmense" "Saquénle el jugo a la universidad", "Comprométanse con el reporteo y la información" eran algunas de las frases que cada martes y jueves resonaban en nuestros oidos, en medio de los talleres o en las escasisimas clases teóricas.

Y el relato de como se salvó la última alocución de Salvador Allende en ese martes de septiembre de 1973, en el cual arriesgó el pellejo, sin dejar de lado su rol periodistico y la importancia histórica de esos minutos, es algo que impacta y lo seguirá haciendo por múltiples generaciones a todos los periodistas que le tienen cariño a su trabajo.

Es por ello que al igual que el Paco Lira Massi, los hermanos Gomez Lopez, Carlos Berger y otros, hechos ciertamente de la misma madera, Hernán pasará a ocupar el panteon de los grandes, aquellos que a punta de talento, dedicación y mucho cariño por su pega, fueron capaces de construir un Chile distinto, mas humano, más comprometido y más centrado en los postergados.

Por esta razón, y pese a quedar atónito con la noticia de su reciente partida, doy gracias por haber compartido fraternalmente con Barahona, la culebra, "el profe" el periodista, tantos momentos ilustres.

Thursday, May 01, 2008

Honestidad Brutal



Este no es el titulo de una de las tantas grabaciones desechables de ese pseudo Bob Dylan llamado Andres Calamaro. Sino tiene que ver con una serie de sentimientos que se me presentan a veces cuando aparecen -sobretodo via Facebook- personajes que directa o tangencialmente, compartieron momentos de mi existencia, principalmente en la época de colegio.

Si, claro, todos extrañamos Chuquicamata, a más de uno se le heló la sangre en el momento en el que cerraban el hospital Roy H. Glover, también a mas de a uno se le apreta la guata al mirar las fotos del campamento. Como también la mezcla de tristeza y nostalgia, al recordar de cuando en cuando, los no pocos momentos felices que vivimos en ese páramo horroroso ubicado en medio de la nada.

¡Pero paremos el cuento! Cuando me llegan esas invitaciones a formar parte de grupetes tales como Colegio Chuqui, Cobreloa, de quien vivió no se donde, siento que todo lo que yo juré y rejuré al partir del norte, pierde toda lógica y sentido. Cuando veo que mis cercanos de esa época salieron de la universidad y volvieron a encerrarse a ese agujero malhadado, muchas veces a vivir con sus padres y lo que algunas veces es peor, ser mantenidos por ellos, me dan ganas de agarrar una pistola y tomar acciones drásticas.

A eso, agrégale responder preguntas como ¿Y como estas? ¿Qué fue de tu vida? ¿Te acuerdas de mí? ¿Y qué haces? ¿Y te casaste?, nooo putas, no, chao,chao y CHAO! ¿Va a cambiar el mundo si te enteraste si me casé o no me casé? ¿Tiene sentido todo este insulso diálogo? ¿Vamos a (re) cultivar una relación que al igual que los dinosaurios se extinguió con el tiempo? ¿Voy a tener -y vas a tener tu- el interés que no tuve -tuviste- por las cosas que yo hago -haces- o dejo de hacer -dejas de hacer-? Noooo dejémonos de pendejadas, eso es algo tan inutil como las juntas de los compañeros de colegio. Ni un brillo.

Y curiosamente, del acto que sigue en esta absurda ópera que llaman caminar por esta tierra (La Universidad) tengo una mucho mejor disposición. Me da gusto ver en Facebook, a los weones con los que compartimos en la ratonera de Belgrado y que han llegado lejos, que han forjado sus vidas, que se han legitimado en sus carreras y que se han constituido en un aporte. Es grato recordar a muchos profes -algunos de los cuales no aprendimos absolutamente nada- que partieron de este mundo, como también a quienes llegaron y a todos aquellos que, de alguna u otra forma, tanto aportaron en nuestras vidas.

En fin y para terminar esta pequeña oda sin sentido y cargada el resentimiento, solo voy a recordar al gran Todd Rundgren, quien decía que lo único que sacó en limpio de su estadía en el colegio, fue el haber aprendido a tocar guitarra. No tengo nada más que afirmar y darle la razón al intérprete de "Hello It's Me", por la pequeña pero útil sabiduría presente en sus palabras.

Tuesday, March 11, 2008

Bob Dylan: O es Rock and Roll o vale callampa...



No hay caso. De toda la literatura que he leido en estos días de cara al concierto que dará Bob Dylan hoy en la noche, lo único que saco en limpio es una buena cantidad de celulosa, algo así como para limpiarme mis pompas después de defecar durante un año.

Es impresionante como todos opinan, pontifican, se explayan y hablan de Dylan como si hubiesen estado el domingo pasado comiendose un asado con el dueño del Big Pink.

Como todos se preocupan, dictan cátedra y se emocionan por la venida del personaje.

Como se refleja a través de sus palabras que, nunca, en sus putas y chatas existencias se les ha apretado el corazón al escuhar Forth Time Around, Bessie Smith (con The Band) y Absolutely Sweet Mary entre otras, o disfrutar de historias simples como (Soon or Later) One of Us Must Know, One Too Many Mornings, Highway 61 (Revisted) o Tangled Up in Blue.

Nooo, para ellos vale más la malograda postulación al Nobel, sus devaneos religiosos sin ningún contexto o simplemente el hecho de ir a hueviar por una noche al Arena Santiago pa marcar el fin del verano.

Es insólito como un fresco de raja en un artículo aparecido en The Clinic, se dio el lujo de escribir y echar pestes de Dylan, sin ni siquiera tener un disco del individuo en cuestión.

O como todos los aparecidos de siempre, los mismos imbéciles que en 1998 -año de la primera presentación de Dylan en el Caupolican- eligieron al mejor concierto del año el show de una tontera tan mediocre como Greenday, se lamentan de no poder cubrir adecuadamente para sus medios la venida de Bob Dylan, que lloran por que él no da entrevistas y estiran su caracho al comprobar que él -tanto hace diez años, como ahora- no asoma ni la nariz por el hotel.

En fin, lamentable espectáculo de ambos mundos, la prensa chilena y los autoerigidos paladines de la cultura en nuestro país.

Y a la hora de preguntarse por que... la respuesta es fácil. Junto con no saber nada de él, lo primero que se les viene a la cabeza, es el lado más detestable (incluso para Dylan mismo) de su legado; el ser el ícono de toda una generación, su falso vínculo con los hippies y esa idolatría dogmática y totalmente mal enfocada sobre su figura.

En fin, podría seguir horas y horas despotricando, pero la única razón por la que Dylan es idolo, no requiere machacarse el cerebro para dar con ella; es simplemente que él, en los 60's, iba más rápido que sus discos.

Country, Folk, Blues, Sicodelia y por sobre todas las cosas Rock y guitarras eléctricas, eran parte de una amalgáma que dio pie a una vorágine que, hace 40 años era prácticamente inentendible para el mundo civilizado y aun es objeto de un debate del cual, como chilenos, estamos totalmente ausentes.

Yo tengo claro el panorama, lo que dirán mañana en los noticieros matinales y que es lo que podemos esperar de los medios en vista del evento. "Un gran concierto", "la legión de seguidores", el ambiente, y las opiniones taradas del consumidor medio, (anónimo y/o celebridad) que es capaz de equiparar a Dylan con Joaquin Sabina y a Alvaro Henriquez con John Lennon.

En fin, y parafraseando a mi tio Zimermann, sólo me queda decir:

"And I'll watch while you're lowered/Down to your deathbed/And I'll stand o'er your grave/'Til I'm sure that you're dead".

Friday, February 22, 2008

The Blues Brothers... o quien dijo que los blancos no saben cantar????



Después de darle muchas vueltas a este tema (incluso me gané unas municiones en Bazuca.com por un comentario que escribí sobre la película), llego siempre a la misma conclusión. Hay blancos que que saben cantar. Tal como se ve en el video, Belushi y Akroyd -de la mano de otro whity como Steve Crooper- le demostraron al mundo que la buena música, es un patrimonio de la humanidad. Más allá de cuanta melanina tienes en la piel, y cuan desarrollado tienes el cerebelo, hay algo en la actitud que te invita a mover las patas y dejarlo todo arriba del escenario.

Porque en todas partes se cuecen habas. Porque si bien alguna vez existió un ser llamado Curtis Mayfield, otro llamado Otis Redding como también un Smokey Robinson o un Marvin Gaye, también hay negros que valen hongo, raperos lamentables tipo Puff Daddy y otros engendros de piel oscura,cuyo punto de origen es África y que dan ganas de devolverlos al Kilimanjaro para botarlos en medio del oceano.

Y como alguna vez un paliducho lamentable como Pat Boone quiso grabar Good Golly Miss Molly, también hubo un rubio de cabello negro que le dio el primer esbozo de dignidad al rock and roll. Y pese a que en algún momento Mc Cartney tuvo la tupé de grabar Twist and Shout, también hubo un Van Morrison que -ojos azules incluidos- hizo mover estadios completos al ritmo de su música soul.

En fin, ejemplos hay muchos... lo importante es la música... porque eso es lo que finalmente mueve la decencia en este mundo...

Wednesday, January 30, 2008

Volodia, todo un personaje!


"Es el orador de las grandes ocasiones. Hay quien asegura que le tiene pica a Neruda por que estima que él debe ser el "Pablo" de los comunistas. Nada más falso. Son grandes amigos y él contó la graciosa anécdota del poeta una vez que ambos se encontraban parados en una esquina conversando y se acercó un señor desconocido. El tipo -cuenta Volodia- se acercó a Neruda y se produjo el siguiente diálogo:

-¿Y? ¿Cómo te va Reyes, te acuerdas de mí?
-Sinceramente, no- respondío el poeta.
-Estuvimos juntos en el Liceo de Temuco. ¿Te acordaí ahora Neftalí?
-Ah, si claro...
-¿Y en que te las estai machucando Reyes?
-Escribo cositas.
¡Chis, linda la que aprendiste! ¡A tus años! Hace como yo tonto, trabaja en camiones. Eso da mucha plata. ¿O no sabís que los escritores se mueren de hambre? Mira tu la edad que tenis y no te conoce nadie. Si necesitai una manito llámame a este teléfono y ahí vemos que se hace. Chao, Reyes, gusto en saludarte.
Como se ve, Volodia Teitelboim tiene sentido del humor. Y si necesita otra prueba, ahí está el sombrerito de terciopelo verde que usa con una plumita de faisan en la cinta." (Eugenio Lira Massi, La Cueva del Senado y los 45 Senadores)


Debo admitir que la primera vez que lo vi me causó asco, repulsión y una serie de adjetivos que - a medida que los años pasaron se fueron difuminando en el aire. Yo tenía 12 años. Corría el año 1988, y en visperas del Plebiscito del si y el no, el ver a un hombre entrado en años, con una cara de anciano depravado y motejado por todo el aparato comunicacional de Pinochet como un verdadero monstruo viviente, resquicio de ese horrible y oscuro período de la Unidad Popular, era algo que me inquietaba. Y era lo menos que podia ocurrir frente a este personaje, que como la Espada de Damócles, venia a cobrar su parte en base a nuestras cabezas.

Pasaron años, quizás toda la enseñanza media en que los escritos del ex senador aun se encontraban impasibles, quietos, desnudos pero a la vez alerta, en cada una de las estanterias de la biblioteca de Mrs. María Milagros.

Hasta que una vez entrado en la Universidad, cayó en mis manos el libro "La Gran Guerra de Chile. (Y otra que nunca existió)" en el cual Teitelboim hace una acertada
exegesis sobre las causas del Golpe de Estado que derrocó a Allende y sobre el rol de las instituciones armadas y el manejo que hizo de estas el poder civil una vez consolidado el proceso de Independencia.

Como no estremecerse ante la notable construcción de personajes que hace el aludido en "Hijo del Salitre", sobre todo con la muerte del hombre del bombo y el dialogo del angelito, instantes despues de ser acribillados en los patios de la escuela de Santa María.

Ya con eso uno queda boquiabierto ante la descomunal dimensión de este personaje. Es por ello, que en su hora oscura y ante su inminente partida hacia otro lado, va este pequeño pero sentido homenaje.

Monday, January 28, 2008

Tía, Salgo a Recorrer el Mundo para Saber al Fin lo que es el Miedo... (pt 2)


El cuadro siguiente nos sitúa a Quique llegando a un cementerio cuando ya cae la noche. Luchando contra el frio, se acerca a un grupo de cuatro hombres que trataban de entrar en calor junto a una fogata.

-Buenas noches- dijo Quique Risafuerte, soltando una más de sus estruendosas carcajadas.

-Aquí sí que se está bien –agregó el muchacho- Este frío está para matar a los más corajudos de los hombres.

En ese momento, el jefe de los hombres, que no eran más una banda de ladrones, le pegó un solo grito a Quique.

-¿Y como tu, muchacho, te atreves a venir hasta nosotros, que somos unos ladrones a los que nos tiene miedo el mismísimo demonio?

JA JA JA JA -manifestó Quique- es que es eso lo que ando buscando; precisamente el MIEDO que no lo puedo encontrar por ninguna parte.

Entonces vas a hacer lo siguiente –le ordenó el mandamás de los ladrones. Y apuntando uno de sus dedos a la colina siguiente le agrego –Vas a caminar hasta allá donde se ve esa luz triste. Una vez que entres por la puerta, llegarás a la tumba Nº9 y te sentarás ahí donde te tomarás esta olla de sopa. Una vez ahi te puedo garantizar que sentirás mucho, pero mucho miedo. Buena Suerte.

Y Quique pescó sin chistar la cacerola y junto con despedirse de los ladrones y su jefe se dirigió raudo por el camino al cementerio.

Friday, January 25, 2008

A propósito del post anterior




Hay una película estrenada a mediados de los 80s, basada en la que se supone fue la primera serie policial de TV, a comienzos de los 50's. Se trata de DRAGNET, un film que narra las historias de Joe Friday, un sargento bien perno de la Policia de Los Angeles -interpretado por Dan Akroyd- y su compañero, un juvenil y extremadamente barsuo policía, encarnado por un Tom Hanks recién recuperándose de los efectos de "Despedida de Soltero".

Ambos policías deben luchar contra el crimen, encarnado por una secta religiosa denominada P.A.G.A.N. la cual es liderada por el reciclado coronel Von Trapp (Christopher Plummer) en el papel de un alto jerarca de la Iglesia Católica de la costa oeste de Estados Unidos.

En el que a mi juicio es el momento más notable de la película, el personaje de Hanks se encuentra secuestrado por la secta, en una mansión de Malibú. Trás varios intentos por escapar, aparece su compañero montado en una tanqueta, dispuesto a rescatarlo y terminar con los villanos. Al ver aparecer a Akroyd, el futuro Forrest Gump señala:

"Thanks God, It's Friday"...

Wednesday, January 23, 2008

My Last Dance




La TV se encendió al pulsar el boton rojo del control remoto. Por la hora, pasaban esos
malditos infomerciales en los que la  inutilidad del producto es la caracteristica que la lleva en  este tipo de emisiones.
 
Y de repente, apareció la pinche oferta; 10 DVDs con lo mejor de Midnight Special (si a lo mejor lo llamamos Ted Nugent, Journey, y otros pelmazos de la misma calaña) pero también con presentaciones de KISS, Bowie metabolizado en Ziggy Stardust, Barry White con su ejército de músicos de la Love Unlimited Orchestra y Ray Charles entre otras luminarias del firmamento musical setentero.

Eso, más entrevistas a un tal Burt Sugarman, que oficiaba de productor de la serie, a Kenny Loggins y Jim Messina, tristes personajes que aparecían tocando una lamentable versión de "Your
Mama Dont Dance", (hediondamente popularizada, 20 años despues por Poison) conversaciones con tinterillos que han escrito libros sobre el mentado show de TV y otras barbaridades
mas adobadas con segmentos de cinco segundos del programa.

Fue en medio de esta mezcolanza entre basura nostalgica e imágenes en la que ella apareció. De vestido negrita, pelo abundantemente 
rizado, su piel negrita... brillossssssssssita tipo beyonce; con una cara imperturble, con gestos ausentes y una mirada perdida hacia las luces que encandilaban la concurrencia. La melodía: Last Dance, detrás la orquesta tocando frenéticamente 
ante los neones con su nombre; "Donna Summer".


Ahi me acomodé, disfruté de esos cinco segundos de actuación y mis hormonas explotaron, ante su rostro duro y su voz que parecía abrir las puertas hacia otra dimensión.