Friday, June 27, 2008

Se nos fue Hernán Barahona, "la Culebra Tintera"


Aún recuerdo a Hernán Barahona saliendo de clases en el water de Belgrado, aquejado por la tensión de estar al mando de una radio que literalmente se caía a pedazos, como lo era la Nuevo Mundo en ese tiempo.

También lo recuerdo enseñando radio deveras, con el cuero duro, la sangre macerada y la seguridad en sus palabras después de tantos sucesos, aventuras, y peleas que tuvo que dar este destacado periodista radial, tanto en los tiempos del ahora centenario Chicho Allende, como en la dictadura y la posterior vuelta a la democracia.

Luchas contra la estupidez de los milicos golpistas, contra la pobreza acérrima de una escuela hecha bolsa, en una radio con poca cobertura y audiencia, como también la lucha contra una ideología partidista excluida del sistema, que poco a poco se la fueron comiendo las polillas.

También recuerdo la brillantez del "profe Barahona" al transformar el cuadrado en círculo y darle forma a las campañas de Gladys Marin. Recuerdo sus acertadas visiones acerca del periodista radial, de su rol como agente informativo. Y aun recuerdo sus pautas a media tarde y con poco brillo, pero con un gran profesionalismo e integridad por la labor periodistica.

Se me vienen también a la mente los schop de medio en el Pizza Napoli de calle Estado, las veladas conversadas y bien regadas en el rincón más útil del Colegio de Periodistas (su taberna) y las historias, tantos relatos que amenizaron aquellas tertulias que hoy son parte de un más que grato recuerdo.

Aun tengo como un zumbido sus discursos en las fiestas de la CUT o en el aniversario de la Nuevo Mundo en el teatro Cariola. Y se me viene a la mente una jornada, de las memorables en aquel recinto, que entre número y número artistico, partimos con un colega de la radio al ex cine Roma, ahora llamado Las Tejas y convertido en picada de esas donde venden terremotos, chicha y pernil. Cual fue nuestra sorpresa al ver llegar tras nosotros a Hernán, verlo pedir su propio terremoto y relajarse antes de dar el discurso de cierre del evento.

O las historias de su estadía en México a fines de los 70's con Mario Gomez cuando ámbos se encontraban exiliados. Y los sensatos consejos que nos daba sobre los rigores de la profesión periodística. "Titúlense" "Infórmense" "Saquénle el jugo a la universidad", "Comprométanse con el reporteo y la información" eran algunas de las frases que cada martes y jueves resonaban en nuestros oidos, en medio de los talleres o en las escasisimas clases teóricas.

Y el relato de como se salvó la última alocución de Salvador Allende en ese martes de septiembre de 1973, en el cual arriesgó el pellejo, sin dejar de lado su rol periodistico y la importancia histórica de esos minutos, es algo que impacta y lo seguirá haciendo por múltiples generaciones a todos los periodistas que le tienen cariño a su trabajo.

Es por ello que al igual que el Paco Lira Massi, los hermanos Gomez Lopez, Carlos Berger y otros, hechos ciertamente de la misma madera, Hernán pasará a ocupar el panteon de los grandes, aquellos que a punta de talento, dedicación y mucho cariño por su pega, fueron capaces de construir un Chile distinto, mas humano, más comprometido y más centrado en los postergados.

Por esta razón, y pese a quedar atónito con la noticia de su reciente partida, doy gracias por haber compartido fraternalmente con Barahona, la culebra, "el profe" el periodista, tantos momentos ilustres.