Sunday, August 13, 2006

La Hora Final... una más de tantas...


-Suena feo que me lo digas así- espetó.

-Pero no es más lindo de lo que te digo- le aseguré antes de despedirme y largarme para siempre de aquel rincón maloliente. Atrás quedaron conversaciones sin sentido, helados derritiéndose a medio servir, noches que ganaban espacio ante copas de vino y los neones de las calles que fulguraban intermitentemente frente a nuestras cabezas.

Era el anunciado fin de una historia; no me la volvería a encontrar por ninguno de los rincones presentes en la ciudad. Pero hay que admitir que me cambió la existencia. Semanas más tarde de nuestro primer encuentro, la vida me volvía a sonreír, y otras visiones, observaciones, pensamientos y situaciones se iban abriendo poco a poco a mi otrora destartalada sensibilidad.

Más allá de nuestras intimidades reveladas, fueron extraordinarios momentos de comunión con una virtual desconocida que de una forma u otra, supo mostrarme la intensidad de cada uno de los segundos que se suceden en aquel tranco intermitente que nos mueve por el mundo y que nos atormenta nuestro día a día.

Anyway, yo la busqué y lamentablemente ella no a mi. La vida es algo injusto, según lo que he escuchado en los últimos días.

Y después de esta repetida reflexión, salí a la calle. No corté mis pasos hasta perderme entre los sonidos de mi walkman, que a cada momento me invitaban a aferrarme a ellos, como rocas firmes que se erigen salvadoras ante mares agitados.

4 comments:

Anonymous said...

y... de quién estamos hablando??

Quique Risafuerte said...

No hablamos de nadie... esto no es un diario de vida... Esto es sólo ficción...

Becka said...

La vida es algo injusta a veces…

Becka said...

La vida es algo injusta a veces…