Monday, December 04, 2006

El Zorzal Criollo v/s el Punchi Punchi

Cierto día, una vez terminada aquella peculiar reunión de pauta realizada en la Escarcha de Manuel Montt, acompañados de agua mineral, buena conversación, jugos azumagados y la enorme guata de 7 meses de embarazo de la Andrea (mi compañera de labores), me dirigí a Providencia acompañado de la otra Andrea, mi editora y jefa directa, la garante oficial de los contenidos literarios que terminan flotando en en el ciberespacio de VTR y en otros medios más de esa organización.
Al pasar por las puertas del teatro Providencia, la conversación derivó directamente a los cuatro eventos realizados en ese recinto en el último tiempo, que tuvieron como invitados centrales a todos esos proyectos que mezclan lo mejor del destilado milonguero hijo de Gardel y Piazzola con nuevisimas máquinas punchi punchi.

-¿Te gusta el tango? -me preguntó la Andrea.
- Claro, me encanta. El tango ha modelado una buena parte de mi vida -le expliqué yo.
- Si, yo tomé clases de tango, pero no tengo mucho tiempo de bailarlo. Pero me gusta mucho ese nuevo tango, el electrónico - dijo la jefa.
- Me encantaría bailar tango, le dije yo, pero mis aptitudes para mover el cuerpo son mínimas. Es interesante lo que se ha hecho con el tango en el último tiempo, pero la verdad es que no deja de ser para mi, un poco más que música ambient.
-Pero es bueno, esta super bien hecho -dijo la editora.
-Mmmm siiiii -le dije, tras esbozar esa típíca mueca de mi cara que no invita a convencer, ni a terminar adecuadamente una conversación.
Despues de despedirme y seguir cada uno su rumbo, enfile mis pasos al Metro. E inmediatamente se alinearon en mi mente aquellas tardes con la melosa voz AM de Alodia Corral -a través de la Portales de Valparaiso- el crepitar de los viejos discos de Gardel, y el bandoneon que se mantenía omnipresente en las siestas que tomaba mi abuelo al final de su vida, en aquellos veranos en su casa de Playa Ancha.
Con la guata apretada, comprendí por qué Gotham Proyect no es más que lindas y prolijas melodías y que el otro -el viejo sonido porteño- es esa eléctrica fuerza que a punta de voz, discos viejos y chirriantes guitarras, te pone la piel de gallina y embota tus sentidos, añorando recuerdos que -por razones obvias- nunca más volverán.

No comments: