Tuesday, February 21, 2006

Un tonto y malévolo comentario sobre las malditas cajitas rectangulares...



¡Dios como odio a mis supuestos colegas que, enfundados en lo que se han de llamar una “profesión” se juran merecedores de un status que finalmente no se merecen! Creo que algún castigo debería aplicar la Autoridad Celestial contra quienes –amparados por el mentado título bajo el brazo- sueñan con elevar su status y aspirar al enriquecimiento personal. Lo admito; yo haría lo mismo. Pero también admito que no tendría el descaro de hacerlo sin observar mínimamente la realidad y como sus cuotas de horror, pobreza e ignorancia, van azotando día a día mi sensibilidad. No podría hacerlo –tampoco lo he hecho- frente a la verdad que, con toda su crudeza, me va entregando periódicamente sus bofetadas. ¡Como me gustaría manejar aquel guanaco que barriera con sus fluidos televisivos, toda la bazofia que día a día me ataca por los cuatro costados!
A ratos quisiera al menos que criaturas que ostentaran más decencia – léase demonios de la gula, la lujuria, o tal vez una sensata codicia- abrieran su capa y me invitaran a contemplar los placeres emanados de sus entrañas. Me resultaría más beneficioso que aquel rictus amargo que se dibuja en mi boca al leer la prensa o ver TV, rodearme de manjares, licores, y sexo del bueno.
Tal como en aquel pasaje de la Biblia en el que Cristo es tentado por Satanás para que finalmente deje de lado su ministerio y siga al Maligno por sobre todas las cosas, (Mateo 4, 1-11) a ratos pienso –no sin cierta malicia- en todos los opinólogos y protagonistas de las 525 líneas, tratando o infructuosamente de realizar un pacto con el diablo. Ya me imagino a Jennifer Warner, al Chico Perez, a Jordi Castell, o la Alejandra Valle, degollando gallinas, cociendo huesos o estrangulando perros, intentando hacer tratativas con el malvado, para disponer de todas las cosas de este mundo a cambio de sus pobres, básicas y simples almas.
Y me imagino a Don Sata, en su Consejo de Gabinete, rodeado de sus esbirros y asesores, evaluando la situación:
“Estos conductores de TV –diría el Care Cacho- llevan semanas invocando mi nombre, para disparar el rating de sus espacios televisivos. Ya me está cabreando que en cada reunión de pauta se pongan a saltar y a clavar agujas en muñecos de cera esperando los 45 puntos- agregaría el rey de los malévolos.
Es verdad –manifestaría Laloth, su Ministro del Interior- En la edición del lunes recién pasado, Julio Cesar Rodríguez tenía crucificado Nelson Mauri –con pica incluida- para que el espíritu oscuro se aproximara a su persona y lo transformara en el próximo panelista de Tolerancia Cero. Y hace dos semanas atrás este tal Jorquera le tenía clavadas las herraduras y ensillada la montura a la Warner para salir galopando en cualquier momento, al encuentro de tu maligna gloria.
El problema que se nos plantea es el siguiente; estos pelotudos nos están majadereando hasta el hartazgo –arguyó Satanás- No me costaría nada entregarles lo que me están pidiendo -agregó el Diablo- pero el problema saltaría en el momento en que aquellas adorables criaturas, exhalen su último suspiro, y su presencia en los avernos perturbe nuestro permanente tormento de almas pecadoras. Se me paran los pelos –continuó Lucifer- de solo pensar en la tiendita de Avello, escarbando "los sabrosos pormenores" de como Vlad el Empalador se hizo un anticucho con el alma de Adolf Hitler y como Nerón le prendió fuego al nuevo peinado de Patricia Maldonado. Se me aprieta el estómago el solo pensar en Jennifer Warner organizando el Rodeo del Infierno, en circunstancias de que aquí los demonios son muy celosos de su intimidad” -concluyó.

Y eso es algo como para preocuparse. Si ni en el infierno nos libramos de estos subnormales –como diría Don Graf- la verdad es que nadie está seguro.

1 comment:

Muy Matrera said...

En realidad esa tropa de "subnormales" idiotas faranduleros son imposibles. Y lo peor es que se reproducen, se clonan... y proliferan como la mala hierba.
Definitivamente la raza humana debe tener algunos genes defectuosos que son dominantes a la hora de la concepción... de otra manera no me explico tanto hueonaje junto.