Sunday, November 16, 2008

Radiohead en Chile: como siempre es simplemente es rock and roll



He escuchado tanta caca en estos días pensando en el recital que, en marzo próximo dará Radiohead en Chile, que me dan ganas de huir lejos de tanto profesional de la información que me saca de mis casillas.

Que se agotarán (o no se si ya se agotaron) las entradas en pocos días, que este es un país oscuro, depresivo, triste y no se cuantas idioteces más, que me entran unas ganas locas de sacar mi AK-47 y así hacer justicia con todos esos periodistas engrupidos, fanáticos doblemente engrupidos y sujetos aficionados a fenómenos sociológicos de cuarto enjuague.

Es que el pretendido fenómeno Radiohead es algo tan al peo como lo fue el fenómeno U2 en Shile hace algunos años atrás. En ambos casos, no son más que dos excelentes bandas de rock, con su fiel y fanatizada legión de seguidores. Es algo que en la historia del rock and roll se ha dado siempre y se seguirá dando por los siglos de los siglos.

¿Qué tiene de malo que en dos días se acaben las entradas y que el público llore y se emocione por la venida de la banda de Thom Yorke? ¿O que Bono suba una tipa a cantar un tema -Faraway So Close creo que era- al escenario de la Gira Lemmon frente a un Estadio Nacional hasta la tusa en 1998?

O sea esas son weás claramente no se van a olvidar nunca, para ninguno de los protagonistas.

Pero más que eso, no obedece a nada.

De ahí a arrogarse en el nombre de la ciencia la emergencia de un fenómeno psíco-sociológico, es algo tan estupido como decir que la pendejada gringa que escuchaba Kiss en los 70's eran unos adoradores de Satan, o que las lolitas que chillaban a Mick Jagger o a John Lennon en la primera mitad de los 60's eran todas unas livianas de cascos. Algo sin ningún asidero.

Por mi parte, pese al genio de Thom Yorke, o a que Radiohead tiene el que, a mi juicio, es el mejor video de toda la historía (Just), me abstendré a de asistir al mencionado espectáculo.

Principalmente por estos mismos tarados que se congregarán mas que para escuchar las canciones de la banda, a sentirse parte de un fenómeno completamente tonto y e inexistente.

Y seguiré esperando las casi imposibles venidas a nuestro país de artistas como Flaming Lips, Polyphonic Spree, el mismísimo Neil Young, Mercury Rev y Wilco. Al menos si llegan por estos pagos, no tendré que aguantar tanta estulticia dando vuelta por gran parte de los medios de comunicación que nos bombardean díariamente con sus tonteras.

¡He dicho!

1 comment:

paaa said...

Yo también quiero una AK-47 para ajusticiarme por un montón de idiotas sin neurona.