Oscar Moro (1950-2006)

Con la cantina,

con la cantora,

con la T.V. gastadora

con esas chicas bien decoradas

con esas viejas todas quemadas

gente re vista, gente careta

la grasa inmunda cual fugazzetta!

Eso cantaba Moro (el que parece que usara afro en la foto) con su voz de argentino medio barsuo en el primer corte del disco La Grasa de las Capitales. Desde que tengo memoria que aparece ante mis ojos la segunda placa de Serú Giran como un modelo de uno de los mejores discos hechos alguna vez dentro de la historia de la música en castellano. Y es un dato no menor; para un mocoso de 12 años no todo podía ser beatles o byrds; y en vez de andar escuchando Enanitos Verdes, casi de pura cueva llegó La Grasa a mis manos... y los arreglos, las voces y las composiciones de los cuatro weones, el bajo fretless de Aznar, las cuerdas de Charly García, y el llorado registro de Lebon sin duda marcaron época, pero en una étapa de la vida de un cabro chico donde lo más importante que suena en un tema son los tarros, sin lugar a dudas que el aporte de Oscar Moro no me dejó indiferente.

Despues llegaron -retrospectivamente- los discos de la Máquina de Hacer Pájaros y el resto es historia conocida. Moro simplemente fue uno de los grandes bateristas argentinos de la mejor época del rock de ese país.