Wednesday, July 06, 2005

Ramiro y el mar de copas (Pt.1)

Está bien- explicó el mayordomo- Me doy por enterado de sus correrías. Y dejó el impermeable, el bastón y el sombrero del recién llegado colgados en la paraguera. Con pasos tambaleantes, Ramiro, el señorito de la casa, se dirigió a su cuarto, renqueando y maldiciendo dentro de su intoxicación, a las paredes que se atravesaban por su camino.
Sin lugar a dudas esa noche se le había pasado la mano con las copas. Y como buen ebrio que se precie de tal, el silencio fue opacado por 10 minutos de un mantra casi incomprensible del tipo: "última veeeeeeez, no tomo máaaaaaaaaas, última veeeeeeeeez, no tomo máaaaaaaaaaaaaas, última veeeeeeeeeeeez, no tomo máaaaaaaaaas". Sin embargo ni las oraciones pidiendo la intercesión de Baco, ni las letanías y juramentos proferidos en contra del alcohol, evitaron que cinco minutos más tarde, "el niño Ramiro", terminara afirmado al "volante de loza", expulsando de su interior los destilados demonios de 50 grados que lo atormentaban desde su cabeza hasta el estómago.
Pero lo peor estaba por venir. Apoyado en uno de los bordes de la puerta, el padre del susodicho escabechín, lo esperaba con un rostro desfigurado por el horrible espectáculo brindando por su hijo.
Este al darse cuenta, en vano intentó entregar una explicación, pero su progenitor, agarrándolo de la cabeza, se la introdujo nuevamente en el wc obligándolo a convivir durante cinco segundos con los subproductos de la borrachera. Posterior a eso y a punta de empellones, lo mandó a su pieza, profiriendo maldiciones para su bienamado retoño.

1 comment:

Cristina said...

Me gustó el relato.
Nunca me gustó quedar asi.

C.