Hudson Line (pt.4)

El sol salió tras el chaparrón y mientras las nubes se alejaban raudamente para perderse en el horizonte. Sin mediar palabra el viejo pescó sus trastos inútiles y salió a recorrer los campos en busqueda de su sustento diario. Mientras tanto Elisa a esa hora ya caminaba por algun recodo de la ruta 61 camino a Delaware, al tiempo de que un camión hacía sonar inultilmente el claxon.

La ciudad quedaba atrás finalmente, y el sol se debaja guíar por el infinito, por todo aquello que merecía ser alguna vez narrado en este mundo bajo los pasos de quienes caminan por la vida encontrando respuestas.

Hudson Line (pt.3)

Sin embargo, todo se mantenía en una quieta calma. Obligado quizás por el tinte fragil de la muchacha, el viejo de la fogata poco a poco fue cambiando su mirada, mientras el crepitar de las chispas y unas pocas y miserables tortas de trigo sin cocer que se aglutinaban en un tambor carcomido por el hollin y los malos olores, invitaban rapidamente a salir del lugar. Sin embargo, el agua que a esas alturas comenzaba a caer desde el cielo y el frio que aullaba a través de las latas del galpón, no dejaban otra alternativa que compartir aquel inmundo recinto con el desconocido. En orden a comenzar algo parecido a una conversación, de la boca de Elisa brotaron, casi inconscientemente las primeras palabras:

-Como te llamas?

-Ron -dijo él, dejando sus ojos clavados en una lata brillante por el fuego del asador.

-¿Que haces por aquí? -expresó el viejo de una manera casi mecánica.

-Salí de mi casa hace una jornada atrás- replicó Elisa.

-Peleaste con tus padres? -inquirío el viejo.

-Algo así, pero mejor cambiemos de tema, -manifestó la muchacha- Ya lloré lo suficiente por todo lo ocurrido en nuestra casa, agregó para poner punto final a la conversación.

Despues de escuchar aquellas palabras, el semblante del anciano volvió a encenderse como un macho cabrío azuzado por el Príncipe del Mal y nuevamente un sibilino miedo se apoderó de la viajera. Ella por su parte, solo atinó a cobjarse sobre su chaqueta de nylon y orar a los dioses para que la sacaran de aquel horrible lugar tan pronto el alba dijera hola por los techos.

Hudson Line (pt.2)

When your mother sends back all your invitations/And your father to your sister he explains/That you're tired of yourself and all of your creations/Won't you come see me, Queen Jane...?

La luz brillaba, despues de atravesar esos algodonosos copos de nubes rompiendo la grava del asfalto. El ruido de los camiones imponía su pesada rutina, y mientras tanto, Elisa caminaba sin dejar de mirar atrás. Los pasos sucedían uno a uno a pequeños reflejos de conciencia, mientras su cabeza decía adios a todo lo moderno que deparaba en ese momento la gran ciudad.

Nada parecía importar en aquel momento, ni el cielo gris que transportaba a las aves hacia el calor de exóticos rincones del mundo, como tampoco el cemento que centímetro a centímetro iba cediendo su imponente presencia frente a arbustos, bosques, praderas y tractores. A medida de Elisa avanzaba pesadamente, internándose a través de las granjas, las praderas y pastizales, el viento poco a poco comenzó a recorrer su menuda talla, dejando entrar al frio y la soledad hasta que pronto la oscuridad devoró todo el camino y solo una fria puerta se dignaba en recibirla bajo su cobijo. Una luz mortecina bailaba con el lento crepitar de las paredes de lo que parecía ser un granero, mientras que una sombra atizaba un oxidado cacharro, cuyo contenido se evaporaba indiferentemente sobre ese fuego. Ese fue el momento en que aquella sombra la vio entrar y sólo le preguntó indiferente:

- ¿Tienes frío?

-Algo- dijo ella, tratando de medir un poco sus palabras

Fue así que los ojos del viejo se tornaron a un terrorifico carmesí que a medida que los minuteros recorrian la oscuridad, blandía cierto temor para doblegar las miradas de algunas de las más corajudas criaturas de la noche.

Hudson Line (pt.1)

Elisa caminó por el costado de la autopista, en una busqueda desesperada por encontrar aquel puente que le permitiera cruzar al otro lado del Hudson. El azul del cielo poco a poco se tornaba en un rosado penoso, invitando a los parroquianos a caer desde las alturas y azotar la cabeza contra las rocas, rindiendo tributo a un dios individual que dia a día cobraba sus víctimas entre los más débiles.

La voz de Dylan se escuchaba al interior de su cabeza y nada más le importó a nuestra protagonista, quien con su morral emprendía su travesía hasta un lugar quizás un tanto indeterminado, esperando las revelaciones que cambiarían obligatoriamente su vida.

Sin embargo en ese momento nada importaba; en una repetición del 11-S podían haber volando un par de torres más en Manhattan, pero ella habría seguido en ese cansino pero quizás peligroso tranco, esperando una respuesta que colmara sus deseos de saber todo respecto a la vida, al aire que respiraba y a los hilos invisibles que a cada momento condicionaba su vagar por este mundo.

The Test Its Over NOW!!!! (pt.4) (final)

Los violines se escucharon por ultima vez en los patios de aquella vieja casa. Una multitud de recuerdos desfiló por su mente, mientras los viejos pasillos poco a poco iban despidiendose de su oscura figura, de su claro caminar y de su estampa de caballero antiguo venido a menos. Los salones en los cuales los bailes y francachelas a momentos parecian tornarse interminables, permanecían mudos, impasibles, serenos, presagiando su fin.

Fue en ese momento donde la Luger -con su cargador doble- entro a correr al baile, transformándose con ello en la protagonista más importante de esta historia. Veinte años atrás y en medio de las celebraciones por haber regresado el colegio en Inglaterra, jamás pensó que ese regalo -que marcaba el fin de sus días adolescentes- iba a terminar sellando su suerte. Fue así que después de salir de la ducha, cargar con los restos de su caña, calzarse impecablemente su traje nuevo y avisar en la oficina que no lo esperaran para comenzar las reuniones, se dirigió hacia el antiguo despacho de su padre. Sus ojos recorrieron la biblioteca hasta encontrar el ejemplar de la Divina Comedia. Encima de su contratapa escribió sus últimas palabras al viento, para despues dejarla en una minuscula mesa de luz. Acto seguido su lengua saboreó el caño de la pistola y presionándola sobre la parte superior de su paladar apretó el gatillo. La oscuridad creció ante sus ojos como una mala hierba y su alma poco a poco comenzó a desplazarse lentamente por esta tierra con pies de plomo.

Afuera, el sol brillante, el tronar de las aves y veloz andar de los vehiculos anunciaban con alegría esa primavera que para algunos, no es mas que una simple excusa para encontrar lo esquivo, lo brutal o lo esplendido, que en ciertas ocasiones nos ofrece la vida.

The Test Its Over NOW!!!! (pt.3) (satyricon)

Sus ojos se abrieron, al principio pesados, como las puertas de un castillo, para después -estimulados por el fuerte neon presente en las luces de aquel frio cuarto- tratar de recordar los cuadros finales de la desenfrenada noche anterior. Fue en es momento en que su cabeza poco a poco empezó a pesar cada vez más ante la almohada y las sábanas del camastro a ceder frente al calor y otros elementos; el hacha colgando de un costado del techo, la gran jaqueca, y el inmenso bouquet etilico que emanaba de su aliento destartalado.

De pronto y sobre la pared del diván, aparecieron frente a él algunas escenas de Fellini y su Satyricón... las luces de los tubos de aluminio luchaban infructusamente por quedarse pegadas en su retina, mientras saboreaba el recuerdo de un par de húmedas lenguas que minuto a minuto se conviertían en lanzas afiladas dibujando circulos en el estomago hasta terminar -centímetros más abajo- con su sexo apuntando hacia las alturas, con la frente en alto y con su único ojo bueno sin doblegarse ante los estímulos. Sus oidos retumbaban además bajo el recuerdo de aquellas risas cortitas, chillonas y casi adolescentes, que estallaban como puntos luminosos cada vez que una palabra salía de su boca, con la talla a flor de piel o con las cosquillas que se contorneaban en aquellos cuerpos ateridos de aquel oscuro y gélido frio.

Todo parecía miel sobre hojuelas, hasta que una mirada en el espejo lo espantó; al pasarse la mano por el rostro, notó que la uña del meñique izquierdo brillaba por su ausencia. Más que el horrible dolor, una vez más su corazón se apretó contra su pecho y por primera vez el pánico lo hizo desenfundar -sin poco entusiasmo- la pistola Luger de su padre, la misma que le había regalado al terminar la guerra, para protegerse de la horda de comunistas que según el viejo aventuraba a fines de los 60's, caerían por su domicilio....

The Test Its Over NOW!!!! (pt.2) (bruma)

Y efectivamente las sombras se acercaban... acariciaban su mirada, recordándole a cada momento las cifras en rojo, las personas olvidadas, los nudos desatados y las conversaciones telefónicas que, pese al golpe de gancho final quedaban en el aire, como reinas de la bruma, flotando en dimensiones paralelas, semejando aquella máquina del tiempo que robaba las almas mientras viajaban de uno a otro estadio en la historia del mundo. Y precisamente eso era lo que el quería, desdoblarse en algún ente pestilente, sin ego, hormonas, crédito ni dimensión. Algo de eso había en las notas que su guitarra dibujaba todas las noches en el aire, sentimientos vacíos, frialdad a niveles extremos, metal que vibraba esperando oidos que finalmente brillaban por su ausencia.

Huyendo infructosamente de aquella oscuridad y sus malos pensamientos, recorría calles, sorteando con éxito al lumpen que se le acercaba, con intenciones más siniestras que sus própios pensamientos, preguntando calles, sacando cuchillas, o haciendo gala de sus fechorías que a cada momento le pisaban los talones, bajo luces oscuras y frias corrientes de aire, que hacían que su carne se fuera transformando en un tejido lúgrube, con la dureza de las uñas cuando son azotadas por el viento bajo el sol del desierto.

Y ahi la vio. Desafiante y blandiendo su pólvora, lo esperaba... Sus ojos denotaban cuentas por pagar y a través del encaje negro de su vestido, sus formas lo invitaban una vez más a caer en sus redes, a dejar sus jugos, sus falsos besos y lo más preciado de su escuálida humanidad en medio de sus largas y ácidas piernas...

The Test Its Over NOW!!!! (pt.1) (la hora oscura)

Hundió sus pasos pensando en aquel minutero que restaba de su tiempo lapsos de vida, como si aquel último suspiro le avisara con aquellos grandes neones de carretera, que el fin estaba cerca. Calles sin vida se acercaron una vez más hacia sus pasos mientras todo lo ocurrido recientemente se presentaba ante sus ojos como una corta sinopsis, del sabor en la boca, las lagrimas en sus ojos y la cara de culo que a cada momento se asomaba ante su pálido reflejo.
De fondo -en su walkman- aquellos lúgubres violines que en la hora más oscura intentan entregar un resto de esperanza a quienes arrastran las patas, sólo conseguían estrujar su pecho a tal nivel que su esternón pronto comenzó a crujir por los cuatro costados.
No había vuelta que darle, las marcas en su cara evidenciaban que todo lo hecho, todo lo construido con esfuerzo, se habia desmoronado bajo aquel mar de prejucios, errores e imperfecciones que había minado su relación con el mundo... un murmullo seco se escuchaba, como un oscuro trueno presagiando el fin...

Perfil del Shileno Medio...

Jajaja... llegan a dar risa esos weones que hacen gárgaras con esa estupidez de "ponerse la camiseta de la empresa". Esos malditos pelotudos que trabajan en grandes corporaciones, se dan unas infulas de gerentes de Enron, y se expresan como conscriptos recien pelados a la entrada de un regimiento. Da rabia y risa a la vez darse cuenta, de estos individuos que se juran los salvadores de la patria y que hablan y opinan de todo, con la asquerosa autoridad que les da su saldo diario en la cuenta corriente o en su defecto la tarjeta de credito.

Es entretenido -y a la vez puede servir de laxante- el verlos hablar y renegar del pasado que a cada uno de nosotros nos condiciona. Resulta también inquietante el verlos moverse por el mundo, echaditos para atrás en su butaca, en ese estado casi limbico entre el mundo de los ricos (cosa que por clase no son) y su ordinariez, pobreza intelectual poco digna, nada de glamorosa y harto hedionda a decir verdad.

Es curioso verlos en su trato diario, al ver como se comportan con sus subordinados, el como gozan al someterlos, al verlos mofarse de su humilde condición y no recordar aquellas épocas en que ellos mismos metian la cabeza adentro de la taza, para poder limpiar más comodamente los wateres.

En fin, son los mismos que se sienten orgullosos de haber nacido en Shile, con ese chauvinismo propio de quienes apoyan a la "Lloja de todos" y que salen fuera del país (Caribe) para decir -una vez fuera de éste- "Es que en Shile estamos taaaan avanzados" "Es que en Shile tenemos esto o esto otro" Son todos aquellos weones que le rezan a San Expedito y que desearían militar en el partido de Lavin porque "es más fácil", de la misma manera en que escuchan rock Shileno "y nada más, porque hay que ayudar a la producción nacional..." Para eso mejor ayudar al Hogar de Cristo, creo yo.

Porque más vale andar a pata por las calles de la ciudad con su buen disco de Los Replacements triturandote los oidos, que vegetar en cualquier mando medio de una empresa privada, con auto a la puerta, teniendo a buen recaudo mucha plata y una familia feliz.