Wednesday, June 28, 2006

Hudson Line (pt.3)


Sin embargo, todo se mantenía en una quieta calma. Obligado quizás por el tinte fragil de la muchacha, el viejo de la fogata poco a poco fue cambiando su mirada, mientras el crepitar de las chispas y unas pocas y miserables tortas de trigo sin cocer que se aglutinaban en un tambor carcomido por el hollin y los malos olores, invitaban rapidamente a salir del lugar. Sin embargo, el agua que a esas alturas comenzaba a caer desde el cielo y el frio que aullaba a través de las latas del galpón, no dejaban otra alternativa que compartir aquel inmundo recinto con el desconocido. En orden a comenzar algo parecido a una conversación, de la boca de Elisa brotaron, casi inconscientemente las primeras palabras:

-Como te llamas?

-Ron -dijo él, dejando sus ojos clavados en una lata brillante por el fuego del asador.

-¿Que haces por aquí? -expresó el viejo de una manera casi mecánica.

-Salí de mi casa hace una jornada atrás- replicó Elisa.

-Peleaste con tus padres? -inquirío el viejo.

-Algo así, pero mejor cambiemos de tema, -manifestó la muchacha- Ya lloré lo suficiente por todo lo ocurrido en nuestra casa, agregó para poner punto final a la conversación.

Despues de escuchar aquellas palabras, el semblante del anciano volvió a encenderse como un macho cabrío azuzado por el Príncipe del Mal y nuevamente un sibilino miedo se apoderó de la viajera. Ella por su parte, solo atinó a cobjarse sobre su chaqueta de nylon y orar a los dioses para que la sacaran de aquel horrible lugar tan pronto el alba dijera hola por los techos.

2 comments:

Muy Matrera said...

¿Por qué será que la noche envuelve con un poder misterioso?
No es el miedo al hombre... es miedo al hombre desconocido y al frío que pueden conllevar sus acciones.
Afortunadamente la vida no es solo noche y temor... también es luz, aunque a veces esta no nos acompañe siempre.

Anonymous said...

Hudson Line... ¿es una canción verdad?
Veo Radiohead mientras leo blogs... especial para cortar venas