
-Como te llamas?
-Ron -dijo él, dejando sus ojos clavados en una lata brillante por el fuego del asador.
-¿Que haces por aquí? -expresó el viejo de una manera casi mecánica.
-Salí de mi casa hace una jornada atrás- replicó Elisa.
-Peleaste con tus padres? -inquirío el viejo.
-Algo así, pero mejor cambiemos de tema, -manifestó la muchacha- Ya lloré lo suficiente por todo lo ocurrido en nuestra casa, agregó para poner punto final a la conversación.
Despues de escuchar aquellas palabras, el semblante del anciano volvió a encenderse como un macho cabrío azuzado por el Príncipe del Mal y nuevamente un sibilino miedo se apoderó de la viajera. Ella por su parte, solo atinó a cobjarse sobre su chaqueta de nylon y orar a los dioses para que la sacaran de aquel horrible lugar tan pronto el alba dijera hola por los techos.
2 comments:
¿Por qué será que la noche envuelve con un poder misterioso?
No es el miedo al hombre... es miedo al hombre desconocido y al frío que pueden conllevar sus acciones.
Afortunadamente la vida no es solo noche y temor... también es luz, aunque a veces esta no nos acompañe siempre.
Hudson Line... ¿es una canción verdad?
Veo Radiohead mientras leo blogs... especial para cortar venas
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