Wednesday, April 05, 2006

El Poder (pt.2)

El primer bajo que tuve era un esperpento ultraliviano hecho por quizas que cabro chico explotado del Lejano Oriente. Era marca Yamaha, tenía una capsula simple tipo Precision y era de un modelo bien rockeeeero. Con el toque en mi primera banda; un clon de cuarto enjuague con lo peor de Pearl Jam. Era un niño de 18 años, posero, huevón y de mal gusto. Gracias a Dios esos tiempos ya pasaron, pero en esa época -un pendejo Martin Rivas recien llegado de la provincia- me sentía la raja caminando por las calles del centro de la ciudad.
Gracias a un dinero que llegó a mis manos de manera casi fortuita, en cierta ocasión en la que andaba deambulando por el Parque Arauco, vi el instrumento. Me gustó, pero no era lo que yo esperaba. Lo compré sin pensarlo demasiado y un par de meses mas tarde ya me encontraba tocando en una banda, formada por un gringo cuico, chistoso y bueno pal hueveo, un cubano beodo que se aplicaba fielmente a Vedder, un guitarrista acartonado medio pariente de mi prima y un baterista de pelo duro, que tiempo después lo vi canuteando una tarde de domingo en una esquina del sector oriente de la capital.
Y comenzamos a ensayar. El Ten completo -el primer disco de la agrupación de Vedder- salió por nuestros parlantes, además de algunos singles de esa horrorosa banda llamada Stone Temple Pilots. Y fue un año completo metido en esa wea. Tocando en algunos liceos y haciendo delirar a calcetineras en jumper y pendejas enfermas. Ahora lo pienso y los escalofríos se instalan en mi, pero en aquellos tiempos poco faltaba para llegar a ser John Paul Jones.

2 comments:

Anonymous said...

me encantó. eso nomás.

Muy Matrera said...

Lo que es la nostalgia, hace 10 años atrás yo andaba en las mismas, era la flamente vocalista de una banda de rock también al estilo Seatle. Recuerdo que lo más que se tocaba era Nirvana y Alice in Chains, aunque a veces nos escapábamos con otros estilos. Recuerdo que detro de la agrupación la que tenía el gusto más variado en rock era yo, porque las "chiquillas" estaban como caballitos de carreta con el estilo grunge... el tiempo me dio la razón.
Hoy recuerdo esos años con nostalgia, y por qué no decirlo pena; pues es una etapa de mi vida que considero inconclusa. Tenía tantos proyectos como mi cabeza permitiera recordar (en esos años mi memoria era mejor) y que fueron interrumpidos por la distancia inevitable (al salir de 4º medio ya no nos veíamos siempre), cada cual hizo su vida, la univesidad, los hijos, la pega... el paso implacable de Kronos. A eso debo sumarle la llegada del en ese entonces amor de mi vida, el cual creía eterno, pero a 10 años acá me encuentro sola con 2 hijos y más decepcionada de la vida que la cresta.
Es por todo esto que tu relato me desnuda el alma. Ahora me encuentro en un punto de mi vida donde debo decidir si seguir lamentándome por lo que no fue o sacar fuerzas de ello y tratar de recuperar a esa chiquilla llena de proyectos. Al final las vida sigue... y una es la encargada de deshacerse de todo el lastre que pesa en tus hombros, recoger los huesos y reconstruirse.
Gracias Cristián por estar acá... independiente de lo que decida, tú presencia ya ha logrado que me replantee un montón de cosas que tenía en el tintero hace mucho tiempo.

Pd: Yo era una de esas calcetineras, que deliraba frente a una banda de músicos jóvenes. Creo que todavía tengo algo de eso.